La quinta avería en seis meses de un avión oficial –que retrasó ligeramente el regreso del Rey desde Kuwait el pasado miércoles– ha vuelto a reavivar el debate sobre si hay que adelantar la renovación de estos aparatos que superan los treinta años de antigüedad. El ministro de Defensa, Pedro Morenés,
afirma que estos aviones «están a la mitad de su vida útil y están
perfectamente mantenidos», pero reconoce que la repetición de las averías
ocasiona un problema de imagen –«más de imagen que de fondo»–, por lo
que el Gobierno va a tratar de adelantar la fecha de su renovación. Aun
así, esta «operación renove» «no es fácil» porque dependerá de las
disponibilidades presupuestarias.
Morenés afirma
que «si el Gobierno considera que hay que renovar los aviones
destinados al traslado de las autoridades, tendrá que atender esa
necesidad», pero Defensa «no puede comprar aviones que solo utilicen las autoridades,
porque el dinero de Defensa debe ser para Defensa». Lo cierto es que,
desde que estalló la crisis, las Fuerzas Armadas han hecho un gran
sacrificio solidario y no tienen margen para asumir un gasto tan
elevado. De hecho, el presupuesto de este ministerio se ha visto
reducido en un 32 por ciento, al pasar de 8.491 millones de euros en
2008 a 5.745 millones previstos para 2014.
El «plan renove»
Hace más de un año, mucho antes de que los aviones oficiales empezaran a averiarse (el primer fallo ocurrió el pasado noviembre, cuando se tuvo que suspender el viaje del Príncipe de Asturias a Brasil), Defensa ya se había planteado la necesidad de ir renovando su flota aérea. De hecho, en el Ejército del Aire hay aviones más antiguos que los destinados a autoridades.
Para ello, el jefe de Estado Mayor del Aire
elaboró un Plan de Renovación de la Flota teniendo en cuenta «las
necesidades operativas del Ejército del Aire, primero en cuanto a
reabastecimiento en vuelo, transporte de personal militar y de material,
y en segundo término, la utilización de estos mismos medios para el
transporte de autoridades».
El plan incluye la compra de un Airbus 330 MRTT,
cuya misión principal sería el reabastecimiento en vuelo a otros
aviones. Sin embargo, estos aviones también llevan pasaje, por lo que se
podría configurar la cabina para el traslado de autoridades. El nuevo
Airbus, que cuesta unos 200 millones de euros, sustituiría al viejo
Boeing 707 cisterna del Ejército del Aire y reforzaría a los dos Airbus
destinados actualmente a las autoridades.
Desgaste de la imagen
Para su adquisición habría que esperar a que
mejoraran las disponibilidades presupuestarias, en 2016, salvo que el
Gobierno decidiera finalmente adelantar la compra para evitar el
desgaste de la imagen de España tras las últimas averías de los aviones
oficiales. Y es que resulta contradictorio que se organicen viajes al
exterior para vender, entre otros productos, tecnología española y se
averíen los aviones que trasladan a las delegaciones.
A pesar de las cinco averías que han obligado a retrasar o suspender viajes del Rey, de la Reina, del Príncipe de Asturias y del presidente del Gobierno, el ministro de Defensa asegura que los actuales Airbus están perfectamente mantenidos y se someten «a muchas más revisiones que los aviones comerciales de líneas regulares».
Igual que ocurre con los coches, las revisiones de los aviones se
pueden hacer por horas de vuelo o cada cierto tiempo, y estos Airbus
siempre se revisan por tiempo, ya que nunca llegan a reunir las horas de
vuelo suficientes.
Lo importante, según explicó, es tener «capacidad de reacción» y contar con un plan alternativo en caso de que ocurra una avería para
no alterar la agenda de las autoridades. Por ello, nada más registrarse
el último fallo, se hizo una gestión ante Kuwait, que puso un avión a
disposición del Rey, aunque al final no se necesitó. Otros mandatarios
extranjeros se permiten el lujo de viajar con dos aviones, por si se
estropea uno.
Fuente: ABC
Fuente: ABC
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